Hoy hace un día genial, hace sol, no hace frío, y hay silencio en casa...
Es una condición humana el necesitar de los demás para sobrevivir, y es cierto que no nos gusta la soledad, pero dentro de eso, siempre tenemos momentos en los que nuestro cuerpo y nuestra cabeza nos pide tiempo para nosotros mismos, soledad, tranquilidad...
Hoy estoy sola en casa, me encanta, porque tengo tiempo para mi misma, pero solo un ratito jajaja.
Mientras escribo entra el solecito por la ventana y me da así flojo, no molesta, pero calienta, me encantan esos pequeños detalles con los que me siento genial, ¿no os pasa lo mismo?
Es domingo, tengo que estudiar muchiiiiiiiiisimo y aun así estoy aquí escribiendo delante del ordenador dando gracias por la vida tan buena que llevo, por lo afortunada que soy, y por esta ventana que deja que entre el sol, y que hace que por un rato se me olviden las preocupaciones, que creo que es la única manera de descansar de verdad, cuando la mente se queda vacía.
El martes empiezo con exámenes, y aunque no tengo muchas ganas de estudiar (lo raro seria que si tuviera ganas...jajaja) la verdad es que lo veo con animo, estoy dispuesta a subir la escalera, y es que no se quien dijo aquello de que si quieres triunfar, no tienes que mirar la escalera desde abajo, lo que tienes que hacer es empezar a subir poco a poco, escalón por escalón... asique ahí vamos.
domingo, 24 de enero de 2010
lunes, 4 de enero de 2010
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